Otra vez es lunes...¡¡y habrá que espabilarse!!
asi que lo mejor será tomarse un café,
pero ¿y si nos tomamos uno distinto...?
El que te propongo no sólo es diferente por su forma de hacerlo, en un "cevze" (al tratarse de un café a la turca)
si no también por su sabor (pues ésta receta lleva champán y vainilla)
Se tarda poco tiempo en prepararlo, tiene un delicioso sabor
y además así lo rescato del baúl de los recuerdos, ya que esta receta es de 1901
INGREDIENTES: para dos tazas
-2 cucharadas de café -molido fino- (mejor arábigo)
-200 ml. de agua filtrada
-2 cucharadas de champán semiseco
-1 pizca de vainilla
-2 cucharaditas de azúcar (opcional, yo no le puse)
PREPARACIÓN:
No quería quedarme sin probar éste café por no tener el recipiente adecuado, o sea la ollita pequeña y estrecha de metal y con mango largo de madera llamada cevze, turku, ibrik...asi que aunque no sea lo mismo, utilicé un cacillo, que se pone a fuego bajo con las cucharadas de (azúcar) café, agua y vainilla.
Cuando empiece a formar espuma (que no hierva) se añade el champán...
y esperamos a que vuelva a parecer espuma, ésta vez más gruesa, entonces apartamos del fuego unos segundos para volver a colocarlo de nuevo sobre el fuego, que espume y retirarlo para servir en las tazas (yo lo filtré con un colador)
El origen del café no se libra de tener sus propias leyendas y una de ellas cuenta que...
Kaldi, un pastor árabe,
conducía un rebaño de cabras por Etiopía a través de altiplanos llenos de matorrales.
Un día los animales se toparon con la planta del cafeto
y ni cortas ni perezosas allá que se la comieron.
Cuando llegó la noche estuvieron sin parar, haciendo la cabra hasta el alba
y el pastor no pudo pegar ojo
El también quiso probar ese extraño arbusto y a la noche siguiente todos, incluído él
estuvieron en danza sin ton ni son...
¡¡Había descubierto el café!!
Qué intersante leyenda! Menos mal que lo descubrieron porque soy una gran adicta...pero voy disminuyendo...
ResponderEliminarLa receta con cava nunca la había oido...curioso...será cuestión de probar.
El cacharrito yo si lo he usado....la única diferencia con un cazo normal creo es que se calienta antes...pero nada más...según mi opinión.
Buen comienzo de semana.
Besos
Que interesante...siempre que vengo aprendo algo nuevo...me encanta el buen café, aunque ahora lo tomo menos, me he aficionado al Té y los voi intercalando...nunca lo había visto con esta combinación, pero me ha parecido muy interesante. Bs.
ResponderEliminar¡Contigo siempre se aprende, María Esther! No conocía la leyenda ni mucho menos la receta de esta original café.
ResponderEliminarGracias por estar siempre investigando e indagando nuevas (viejas) recetas.
Mil besos.
Soy capaz de renunciar a mi innegociable té rojo con soja de las mañanas por esta delicia de Asia Menor, fruto de otros tiempos, casi una reliquia. Café a la turca, suena de lo más exótico. Con la solera de antaño y una combinación de sabores conseguidísima.
ResponderEliminarSeguro que el cacito funcionó a la perfección, supiste improvisar de maravilla. También te felicito por mantener el Champán y no reemplazarlo, que con cava no sería lo mismo.
Feliz lunes, Mª Esther. Promete la semana que comienza, de hecho tú no podías empezarla mejor. Besos.
¡¡Hola Esther!!Pues a mi me hace el café el mismo efecto que a las ovejitas y al pastor, que tomo café, ¡¡y estoy toda la noche en danza, ja, ja!! Uy, cómo me afecta. Aunque, me encanta su olor, pero sólo lo puedo tomar descafeinado y muy poquito, así que haría tu versión descafeinada, y para compensar el doble de champán, ja, ja. Besitos.
ResponderEliminarMuy interesante la leyenda!
ResponderEliminarY ese café tiene que estar bien rico! A nosotras con la vainilla ya nos gana!
Besotes y feliz semana
Pues esta vez si había oído hablar de la historia, pero nada de la receta...la voy a guardar para un día especial, pues últimamente si se trata de café me apunto.
ResponderEliminarBESOS
Ah pero se puede hacer café sin cápsulas?jiji Me alucinas, hasta receta de café y todo, y con champán, ya solo por el ritual de prepararlo merece la pena probarlo!.
ResponderEliminarLa leyenda es genial, y eso que se pasaron la noche haciendo la cabra, jajaja qué bueno!. Hoy me tomo uno por la noche, o no, mejor no, que sin él ya me quedo mucho rato danzando, jeje, no me quiero ni imaginar si me tomara uno. Me alegro del descubrimiento, no sé como podría amanecer el día sin él!.
Un beso!.
Me encanta el café, pero con un chorrin de leche, me parece perfecto a cualquier hora del día ya llevo tres hoy y tengo un sueño todo el día a mi no me quita el sueño ya ves, que curioso este café mezclado con champan, habrá que probarlo!!
ResponderEliminarUn beso
Que original este cafe , tendre que probarlo por que el cafe me encanta besitos
ResponderEliminarEl café nos estimula y nos da placer acompañado de una buena compañía.
ResponderEliminarBonita leyenda.
Un abrazo.
Pues benditas esas cabras, Esther, que una de nosotras no es nadie sin su par de tazas mañaneras (¡y la otra de las dos no puede ni olerlo!). Habrá que probar éste que nos enseñas hoy, con champán ni más ni menos.
ResponderEliminarUn beso fuerte de las dos
J&Y
Esther me encanta el café a la turca, o como lo llamamos aquí el café de pucherete, hasta que llegó a España George con sus cápsulas y nos embaucó a casi todos, ja, ja, ja..., yo y mis hermanas eramos asiduas consumidoras de este café, claro sin el extra de cava y vainilla, y el azúcar cada cual se lo ponía al gusto.
ResponderEliminarMi madre lo ha hecho toda la vida en una pava, y yo como no iba a ser menos, me compré una (la puedes ver en mi perfil de Instagram) para hacerlo también en mi casa.
Por cierto que nosotras para colarlo utilizamos una estameña (colador de tela fina de algodón de uso específico para colar café).
Un bonito post, que me ha hecho recordar que hay cosas ricas sin necesidad de hacer un gran desembolso de dinero.
Besos
No conocía esa leyenda, pero vaya descubrimiento!! Menudo café!!
ResponderEliminarbesos!! helena
A mi el cafe no me gusta pero me gustaria que me gustase en mi casa son super cafeteros!!besos
ResponderEliminarBueno, y tú ¿qué dices de su sabor?Yo he decidido probarlo, sin cacharrito especial, como es normal. Eres un libro de sabiduría, te lo tengo que agradecer infinito. Mil besos amiga.
ResponderEliminarGracias por todo lo que nos enseñas......me parece muy,muy interesante¡¡¡
ResponderEliminarFeliz semana y muchos besitos¡¡
Mil gracias, amigas!! espero que os guste si lo probáis, a mí me parece interesante tener donde elegir...sin necesidad de cafetera de cápsulas (aunque a mí también me embaucó George, jaja lo alterno con el té, que también me gusta mucho)
ResponderEliminarBesos a todas!!
Pues me tomo uno contigo .Un besazo
ResponderEliminarA mi me encanta el cafe asi que tendre que probar tu receta. Un beso
ResponderEliminarQué bonita e interesante entrada Esther, me ha encantado la historia del pastor y me ha sorprendido este café diferente, habrá que probarlo!!! Un beso grande
ResponderEliminarSoy una adicta al café, así que me parece muy interesante tu receta, asi como la leyenda que no conocía..habrá que probarla..besin
ResponderEliminarYo no soy persona sin mi café mañanero corriente y moliente. Eso sí, de cafetera, nada de ese americano aguado. Pero éste que pones con champán es de lujo, lo tengo que probar.
ResponderEliminarYo soy bastante cafetera, pero éste en concreto no lo conocía, muy original y muy rico, habrá que probarlo.
ResponderEliminarUn beso.
Yo no perdono el café después de la comida, ya solo el tener una taza entre las manos y oler su aroma para mi es el mejor momento del día, en lugar de ponerme nerviosa me relaja.Ahora tendré que probar el tuyo que seguro que aroma tiene de sobra con la vainilla y el champan.
ResponderEliminarUn beso
Hola guapísima !!!
ResponderEliminarLa leyenda la conocía pero no esta rica receta para tomar café. En casa es olerlo y empezar a aparecer gente por la cocina jaja, así que te digo que nos encanta.
Hace años cuando fui a comprar una vajilla, me ofrecieron la posibilidad de llevarme las tazas del café de varios tamaños, una medida era la turca y claro dije que no, aquellas tazas tenían tamaño dedal ;) después ya me enteré de lo fuerte que era.
Pero el tuyo si que me lo tomaba y repetía.
Besotes mi niña.
¡Gracias por tu valiosa info!
ResponderEliminarHola, pues este café es perfecto para mí. Un buen café me encanta y el champán no te cuento, Por eso disfrutaría con este café como una niña con zapatos nuevos. Un beso preciosa!!
ResponderEliminarNunca he tomado café con champaña, así que lo hare. Gracias por la receta y la leyenda te mando un beso
ResponderEliminarQue receta mas peculiar nos traes hoy...........siempre nos sorprendes!!. Aunque no soy yo mucho de champan.............no se..........supongo que estará buena, quizá es que hoy me pillas pocheta del estómago y me ha sonado un poco explosiva esa mezcla ;-)
ResponderEliminarBesos y feliz semana
¿Por eso será lo de hacer el cabra? Jaja, me parece una receta muy apetecible, aunque nooo para la mañana de un lunes. Pero para una sobremesa, con el chorrito de champán... Besitos y feliz semana.
ResponderEliminarHola guapa , siempre sorprendiéndonos con tus entradas tan preciosas y espectaculares , eres genial, te dejo mil besitos...
ResponderEliminarUna preciosa historia acompañando a un café delicioso q sin duda habra q probar.
ResponderEliminarUn beso grande, bonita
Una preciosa historia acompañando a un café delicioso q sin duda habra q probar.
ResponderEliminarUn beso grande, bonita
Siempre he tenido gran amistad con el café, hubo una época que en lugar de sangre era café lo que me corría por las venas, pero con el tiempo he ido disminuyendo las dosis, que tanto café no es bueno y ya empezaba a andar sin ton ni son como los de la leyenda :) Este no lo he probado, mis cafés son normalitos pero seguro que está mmmmmmmm. Y nada, a hacer un poco la cabra jajaja.
ResponderEliminarUn beso
Me encanta el café,no soy persona sin un cafetito!!!!
ResponderEliminarPara mi con un poco de leche ;-)
Nos vemos en QDD
BESOS
Me encanta el café,no soy persona sin un cafetito!!!!
ResponderEliminarPara mi con un poco de leche ;-)
Nos vemos en QDD
BESOS
Lo que no aprenda contigo María! No conocía esta leyenda del café, y lo que desde luego desconocía era que pudiera realizarse un café con este sabor tan peculiar y seguro que riquisimo que debe darle el champan y la vainilla, me ha encantado!
ResponderEliminarUn besito guapa!
Hola M.Esther. Me alegro mucho al volver a verte de nuevo después de tanto tiempo sin hacerlo por mor del verano que ya quedó atrás. Por cierto espero que lo hayas pasado estupendamente.
ResponderEliminarCon cada una de tus entradas siempre se aprende algo y lo cierto es que al leer la historia del café no he podido dejar de sonreír al imaginar al pobre pastor toda la noche en vela por culpa de las díscolas cabras que se habían pasado con el ingrediente jj. Lo bueno es que al día siguiente todos disfrutaron del brebaje y por suerte para nosotros no quedó en el olvido.
Un café que estoy seguro me encantará porque lleva un ingrediente que suelo beber todos los fines de semana, el cava jj, así que no dudo ya que intuyo que estará de vicio.
Un abrazo.
Hola preciosa, aún no había tenido tiempo de venir a visitarte, como siempre es un placer, disfruto leyéndote , aprendo cosas y siempre, siempre, me arrancas una sonrrisa.
ResponderEliminarBesiños linda
Siempre aprendiendo de tí.
ResponderEliminarGRACIAS POR ESTE BLOG!
Un besito
Es una maravilla venir por tu lugar porque siempre sales aprendiendo tantas cosas.
ResponderEliminarBesitos
Felicidades!!!! como siempre una entrada maravillosa Esther, chica cada día mejor!!!
ResponderEliminar