asi que ¡alegremos también nuestra mesa con una ensaladilla a tono!
Esta receta, tradicional de la Unión Soviética debe su nombre, como habrás adivinado... a esa flor, ya que la yema de huevo con la que es coronada recuerda mucho a los pompones redondos y amarillos de la mimosa.
Es un plato festivo para cualquier época del año pero se consume sobre todo en los meses de invierno ya que no lleva verduras frescas. Sus ingredientes son baratos y fáciles de encontrar en cualquier casa (aun en esa época de escasez en la que surgió allí, los años 70)
Su característica principal son las capas de que va compuesta, además de ir alternando sabores, queda muy vistosa por eso es mejor servirla en un bol de cristal, vasos anchos o ayudándonos de algún aro de emplatar.