Como todos los días 25 de mes hoy toca reto de "Una galleta, un cuento"
que organiza Patricia desde su blog Patty's cake
Para esta ocasión me tocó a mí elegir y pensé en el Patito feo
de Hans Christian Andersen, publicado en 1843.
Es un cuento tan conocido que os acordaréis perfectamente y si no bastará con leer esta entrada para meteros de lleno en esta historia que nunca pasa de moda pues su mensaje de esperanza siempre estará de actualidad.
Al tratar con este reto de dar ideas para celebrar una fiesta temática
he pensado en unos canapés rápidos y fáciles
que no quiten tiempo a todos los demás preparativos
que hay que hacer en una fiesta o cumpleaños de los más peques.
Con unos pocos ingredinetes, simplemente variando la decoración
tendremos a todos los personajes dispuestos en la mesa, esperando...
¡ser comidos!
...snif, snif, qué pena...
INGREDIENTES:
-5 huevos de codorniz
-2 huevos de gallina, cocidos
-jamón de pato
-mousse de pato
-huevo hilado
-1 loncha de queso cheddar
-8 tostadas
-3 rebanadas de pan de molde
"En la granja mamá Pato estaba tan contenta viendo cómo iban rompiendo el cascarón sus hijitos...
-Para los patitos: Hacemos a la plancha los huevos de codorniz y los ponemos sobre 5 tostaditas (untadas de mousse de pato y recubiertas cada una con dos lonchitas de jamón) Le ponemos un poco de huevo hilado por arriba y unos trocitos de aceituna negra como si fueran los ojos.
...hasta que todos se dieron cuenta que había uno aún sin salir del huevo más grande.
Pero cuando apareció, al ser tan diferente al resto, se quedó...¡Patitiesa!
-Para la mamá Pato: Cortar dos rebanadas de pan de molde (yo usé integral) con un cortapastas redondo y untar una con la mousse, ponerle la loncha de queso cortado de la misma forma y luego la otra rebanada por la mitad haciendo un zig-zag en el borde. Le ponemos dos pipas de girasol a modo de pico y trocitos de clara y aceituna para los ojos, además de un poco de huevo hilado por arriba.
Tanto, que se avergonzó de él apartándolo con sus alas para atender a sus demás patitos, los cuales se reían de él diciéndole "Patito feo":
Él se daba cuenta que nadie lo quería...además mientras más crecía más feo estaba; siendo objeto de constantes burlas y desprecios por lo que se marchó un buen día...
Triste y solo caminó por el bosque, ningún animal quería estar con él...hasta que una vieja granjera lo acogió. Después de un tiempo se dió cuenta que le estaba engañando: sólo lo quería para comérselo! por eso lo estaba engordando :(
Y también se tuvo que marchar...lo pasó muy mal, lo querían cazar, hacía mucho frío... pero sobrevivió hasta la primavera; entonces se fué animando y como echaba de menos nadar se acercó hasta un estanque. Se asombró al ver cómo las tres aves tan hermosas que estaban allí, le invitaron a nadar, acariciándolo con sus picos.
¡Qué elegantes y delicadas eran! parecía como si bailaran sobre el agua...no como él, tan feo y desgarbado...hasta que vió ¡su reflejo en el agua! y se quedó ¡Patidifuso!
Cortamos las alas y el cuello de la clara del huevo duro y del otro que tenemos entero le retiramos un poco de la parte superior, clavando con un palillo el cuello y rellenando con huevo hilado. Las alas se pegan con mousse.
Había crecido y durante el invierno se convirtió en un precioso cisne
entonces se dió cuenta... él nunca había sido feo:
sólo que no era un pato si no ¡¡un cisne!!
Gracias a que tuvo la fortaleza de superar las dificultades encontró su sitio,
junto a otros cisnes, que lo integraron como familia
admirándolo por sus grandes cualidades, porque...
más allá de la apariencia está la esencia.
